No había día en que no viera a Maggie. Todas las noches, después de hacer los deberes y antes de acostarse, hacia una pequeña escapada, total, estaba en frente.
Maggie estaba impresionada. Su forma de como la miraba, la tenía desconcertada. Ella había gozado de otras relaciones anteriores, pero nunca de la magnitud y pasión de esta. Ella se sentía importante porque Lagio la trataba muy bien. Él, la animaba constantemente en su trabajo y en su pasión por la música.
Lo que Lagio no intuía la doble intención de Maggie. Ella trabajaba para las ordas del Mal. En este caso para la organización METRONOX. Una empresa de nivel tecnológico con unas intenciones bastante perversas. Pero, ella no podía evitar de que poco a poco iba sucumbiendo al encanto de ese angel italiano.
Esa noche, aprovechando que Lagio no podía verla, ya que tenía que terminar con su equipo : el trabajo de Los frescos de Sarinelli, el cual lo había ido dejando. Esa noche, se reunían y tenía que quedar acabado. Como decían todos, si o si, no había otra alternativa , ya que se jugaban la nota del trimestre.
-- Desde que empezaste con esta misión no hemos recibido ningún informe tuyo. En la central, me están pidiendo cuentas, y yo como supervisor tuyo me veo en la obligación de pedírtelas a ti. Algo que estas atrasando mucho. ¿No será que ese dichoso angelito te está engatusando?--Pregunto el tipo rudo, aquel que propino un buen puñetazo a Laggio, al principio de todo.
-- La misión era, en concreto, que Laggio no manifestara ninguno de sus poderes ocultos. Llevo dos meses con él y no hemos visto ningún ápice de esto. Creo sinceramente que estoy cumpliendo con el objetivo. Que yo sepa, durante estos siglos nunca hemos podido ver a ningún diablo coqueteando con un ángel. Pero eso, me ha tocado a mi. Es mucho más duro de lo que pensaba.-- contestó a su supervisor.
-- Sarx, has estado muchos años haciendo lo que te ha dado la gana. !Ya era hora de que te activaras!, y pusieras al servicio de la causa tu belleza. Es lo mínimo que podías hacer, ya que al ser la hija del jefe, has vivido de rentas, pero ya llega la hora de la verdad.--
En ese momento, el supervisor desapareció de la casa.
Maggie se quedó muy pensativa. Sarx era su verdadero nombre. Ella empezó a recordar cuando era pequeña, sus orígenes. mitad humana mitad diablesa. Como su padre sucumbió ante los encantos de una humana, y ella era fruto de eso. De como ayudo después a la mutación de los diablos que estuvieron durante mucho tiempo escondidos en el lienzo de Sarinelli. Y empezó a contemplar por el móvil las muchas fotos que en ese tiempo se había hecho con Laggio. No lo podía ocultar. Había sido también seducida por la pasión de Laggio, por su bondad y sencillez y como no, por su increíble físico. Empezó a entender la debilidad que sintió su padre por una humana, aunque luego con el tiempo arrepentido cumplió con creces sus deberes como sombra siniestra.
* * *
El supervisor de Maggie apareció en la oficina central de METRONOX, picó en la puerta del despacho principal y entró. Al otro lado del despacho en una mesa muy grande, estaba el director general, un tal Johan Jirxas.
-- Con su permiso, acabo de estar con Sarx, su hija, y está cumpliendo con su cometido. Dicho angelito de momento no ha manifestado ningún don ni poder, también el hecho de que no sea consciente de lo que es, ayuda. Si conseguimos mantenerlo así una semana más cumpliremos con la misión.
-- Sarx, mi dulce Sarx... Empezaba a dudar de ti, pero quizás era tu curiosidad por los humanos lo que te guiaba. -- Pensó el director con voz audible.
-- Pero no nos podemos confiar...ese Melderhim lo ha hecho posible, siempre. Ya que es muy, muy astuto, y seguro que lo que hay escondido en ese Laggio tarde o temprano se manifestará... contestó el rudo y corpulento supervisor de Maggie.
-- Una semana más, solo hace falta eso, una semana más. Y subyugaremos a muchas personas con nuestras consolas y ordenadores. Conseguiremos muchos esclavos y mano de obra barata, tirada de precio, gratis.... que nos servirán. Por fin podremos subyugar el Libre albedrio del ser humano y reducirlo a cotas bajísimas...- contestó el director con una gran sonrisa en sus labios.
Esa noche, aprovechando que Lagio no podía verla, ya que tenía que terminar con su equipo : el trabajo de Los frescos de Sarinelli, el cual lo había ido dejando. Esa noche, se reunían y tenía que quedar acabado. Como decían todos, si o si, no había otra alternativa , ya que se jugaban la nota del trimestre.
-- Desde que empezaste con esta misión no hemos recibido ningún informe tuyo. En la central, me están pidiendo cuentas, y yo como supervisor tuyo me veo en la obligación de pedírtelas a ti. Algo que estas atrasando mucho. ¿No será que ese dichoso angelito te está engatusando?--Pregunto el tipo rudo, aquel que propino un buen puñetazo a Laggio, al principio de todo.
-- La misión era, en concreto, que Laggio no manifestara ninguno de sus poderes ocultos. Llevo dos meses con él y no hemos visto ningún ápice de esto. Creo sinceramente que estoy cumpliendo con el objetivo. Que yo sepa, durante estos siglos nunca hemos podido ver a ningún diablo coqueteando con un ángel. Pero eso, me ha tocado a mi. Es mucho más duro de lo que pensaba.-- contestó a su supervisor.
-- Sarx, has estado muchos años haciendo lo que te ha dado la gana. !Ya era hora de que te activaras!, y pusieras al servicio de la causa tu belleza. Es lo mínimo que podías hacer, ya que al ser la hija del jefe, has vivido de rentas, pero ya llega la hora de la verdad.--
En ese momento, el supervisor desapareció de la casa.
Maggie se quedó muy pensativa. Sarx era su verdadero nombre. Ella empezó a recordar cuando era pequeña, sus orígenes. mitad humana mitad diablesa. Como su padre sucumbió ante los encantos de una humana, y ella era fruto de eso. De como ayudo después a la mutación de los diablos que estuvieron durante mucho tiempo escondidos en el lienzo de Sarinelli. Y empezó a contemplar por el móvil las muchas fotos que en ese tiempo se había hecho con Laggio. No lo podía ocultar. Había sido también seducida por la pasión de Laggio, por su bondad y sencillez y como no, por su increíble físico. Empezó a entender la debilidad que sintió su padre por una humana, aunque luego con el tiempo arrepentido cumplió con creces sus deberes como sombra siniestra.
* * *
El supervisor de Maggie apareció en la oficina central de METRONOX, picó en la puerta del despacho principal y entró. Al otro lado del despacho en una mesa muy grande, estaba el director general, un tal Johan Jirxas.
-- Con su permiso, acabo de estar con Sarx, su hija, y está cumpliendo con su cometido. Dicho angelito de momento no ha manifestado ningún don ni poder, también el hecho de que no sea consciente de lo que es, ayuda. Si conseguimos mantenerlo así una semana más cumpliremos con la misión.
-- Sarx, mi dulce Sarx... Empezaba a dudar de ti, pero quizás era tu curiosidad por los humanos lo que te guiaba. -- Pensó el director con voz audible.
-- Pero no nos podemos confiar...ese Melderhim lo ha hecho posible, siempre. Ya que es muy, muy astuto, y seguro que lo que hay escondido en ese Laggio tarde o temprano se manifestará... contestó el rudo y corpulento supervisor de Maggie.
-- Una semana más, solo hace falta eso, una semana más. Y subyugaremos a muchas personas con nuestras consolas y ordenadores. Conseguiremos muchos esclavos y mano de obra barata, tirada de precio, gratis.... que nos servirán. Por fin podremos subyugar el Libre albedrio del ser humano y reducirlo a cotas bajísimas...- contestó el director con una gran sonrisa en sus labios.
**********
Milani y Constanci estaban desesperados llevaban mucho tiempo buscando el paradero de Laggio y no lo encontraban por ningún lado. La ciudad de los Angeles era muy grande, excesivamente grande y más para dos duendes con unas medidas insignificantes.
Por la cabeza de ellos estaba la idea de volver a su aldea, pero, que no sabían como hacerlo ni donde estaba. Habían muchas preguntas en sus pequeñas cabezas, Estaban cansados de luchar contra los gatos, los ratones y todos los animales que solían frecuentar las grandes ciudades. Se alimentaban de los desperdicios de los restaurantes y solían dormir en los huecos que los transportes subterráneos solían propiciar. Su objetivo era encontrar a Laggio, pero estaban perdiendo la esperanza. Se encontraban en un mundo que no era el suyo, y ya llegaban a pensar que nunca lo encontrarían.
Milani y Constanci estaban desesperados llevaban mucho tiempo buscando el paradero de Laggio y no lo encontraban por ningún lado. La ciudad de los Angeles era muy grande, excesivamente grande y más para dos duendes con unas medidas insignificantes.
Por la cabeza de ellos estaba la idea de volver a su aldea, pero, que no sabían como hacerlo ni donde estaba. Habían muchas preguntas en sus pequeñas cabezas, Estaban cansados de luchar contra los gatos, los ratones y todos los animales que solían frecuentar las grandes ciudades. Se alimentaban de los desperdicios de los restaurantes y solían dormir en los huecos que los transportes subterráneos solían propiciar. Su objetivo era encontrar a Laggio, pero estaban perdiendo la esperanza. Se encontraban en un mundo que no era el suyo, y ya llegaban a pensar que nunca lo encontrarían.
Esa noche acurrucados en una entrada de calle sin salida, tapados con unos periódicos, uno de ellos tuvo un sueño extraño que lo estaba dejando en vilo.
Melderhim se le apareció como si de una teofanía se tratase. Sentado sobre un trono, que brillaba con una luz resplandeciente.
-- Milani, tienes que ser fuerte !! No desmayéis en vuestra misión. Lagio os necesitará, solo os tiene a vosotros....--dijo Melderhim.
Milani se despertó de golpe, pegando un chillido, lo cual hizo que su compañero también se despertara.
--He visto en sueños a Melderhim...--dijo Milani.
Constanci no le hizo mucho caso ya que aunque se despertó estaba volviendo a intentar dormir.
--Que se me ha manifestado Melderhim ! --chilló Milani.
Constanci se giró hacia él y le preguntó: Que quieres decir con eso?
--Que no estamos solos, que Melderhim está con nosotros y que Lagio tarde o temprano nos necesitará.
--Milani, estamos agotados de correr delante de los gatos, ¿Qué tal si dormimos un poco? y Mañana será otro día. Y entonces....continuaremos buscando a Laggio. Supongo y quiero creer que si dices que se te ha manifestado ese loco vigilante y observador de las estrellas, será por algo...
--De acuerdo, si es verdad, ah que reponer fuerzas, aunque es muy extraño. Nosotros en Creativia no solemos soñar. Decían que los Sabios algún sueño premonitorio habían tenido pero no es la costumbre.... !Que raro!
Esa noche los dos duendes, descansaron lo justo y suficiente, ya que nuevas aventuras y peligros se cernían sobre ellos. Era lo que siempre habían anhelado. Pero esta vez, había un propósito, que era ayudar al amigo de ellos de toda la vida. Aunque la dimensión donde ellos se estaban moviendo era muy diferente.