sábado, 11 de febrero de 2023
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domingo, 17 de abril de 2022
CREATIKUS 9: EL DESCURIMIENTO DE LAGGIO
Esa noche, Laggio consiguió encontrar información importante sobre el escurridizo pintor del Renacimiento, Sarinelli. Un personaje misterioso, donde en el recorrido de su vida artística empezó a darse cuenta de que sus cuadros a la medida que pasaban el tiempo parecían más oscuros y siniestros. Pudo descubrir que no fue incluido dentro del grupo de pintores del renacimiento, y que su principal cliente la iglesia católica dejó de hacerle encargos.
Consiguió una enciclopedia de pinturas del renacimiento del año 1954, que aduras penas, se podía mantener el color de aquella época, en las impresiones. Pero, hubo una cosa que le llamó poderosamente la atención. En el cuadro de La anunciación de Sarinelli que tenia de esa vieja enciclopedia comparándolo con una nueva exposición de sus cuadros en internet se dio cuenta de que faltaba un ángel. Lo mismo pasó con un cuadro sobre El apocalipsis, también de Sarinelli, donde se dio cuenta de que faltaban muchos demonios de la original pintura. Según pudo investigar ese cuadro en su momento ante la negativa de querer cómpralo la iglesia católica, lo compro una asociación masónica demoniaca de aquel tiempo.
No se lo podía creer, esos cuadros existían en la actualidad, pero era un colección privada de un viejo aristócrata de Italia que cedió las imágenes en un momento determinado. Eso le fascinó, casi quería investigar de porqué había sucedido eso en los cuadros. Sabia que en tiempos del renacimiento debido al indecoro de algunos lienzos fueron repintados por un tal braguetone, un pintor que solía pintar bragas y pantalones a muchos personajes de aquel tiempo, pero que borrase también algunos personajes de eso no sabía nada.
¿Por qué faltaban esos personajes en esos cuadros? ¿Que habia pasado con ese tal Sarinelli? ¿Por qué no estaba incluido en las listas de pintores del Renacimiento? ¿Porqué todos sus cuadros los tenía ese tal aristocrata ingles? Muchas preguntas rondaban por la cabeza de Laggio? Según la asignación de trabajo que se habían repartido el grupo de Laggio, tocaba a dos pintores por alumno, por lo que decidió seguir con el siguiente pintor. Quedaban pocos días para la entrega del trabajo, y se jugaban la nota del trimestre.
Esa noche decidió visitar a Maggie, tenía que contarle todo lo que había descubierto, por lo que salió de su casa, bajó las escaleras salió del portal del edificio y se metió en el edificio de enfrente, no tubo ni que picar pues siempre estaba entreabierto dicho portal.
Cuando picó a la puerta, escucho como el murmullo de un hombre que estaba en el piso. Por lo que insistió en picar mas veces seguidas. Maggie abrió la puerta.
- Hola, vengo en mal momento verdad? ¿ Tienes visita? — dijo Laggio.
— No, estaba sola.
— Es que he escuchado el sonido de un hombre hablando.
— Vale, ya entiendo... estaba terminando de escuchar una entrevista a un famoso guitarrista por la televisión. Y cuando has picado al timbre ya estaba acabando el programa.— dijo Maggie airosa.
Laggio no le dio importancia por lo que fue a sentarse al sofá que tenia Maggie en el comedor.
sábado, 29 de agosto de 2020
CREATTIKUS 8 . METRONOX la empresa del mal.
No había día en que no viera a Maggie. Todas las noches, después de hacer los deberes y antes de acostarse, hacia una pequeña escapada, total, estaba en frente.
Maggie estaba impresionada. Su forma de como la miraba, la tenía desconcertada. Ella había gozado de otras relaciones anteriores, pero nunca de la magnitud y pasión de esta. Ella se sentía importante porque Lagio la trataba muy bien. Él, la animaba constantemente en su trabajo y en su pasión por la música.
Esa noche, aprovechando que Lagio no podía verla, ya que tenía que terminar con su equipo : el trabajo de Los frescos de Sarinelli, el cual lo había ido dejando. Esa noche, se reunían y tenía que quedar acabado. Como decían todos, si o si, no había otra alternativa , ya que se jugaban la nota del trimestre.
-- Desde que empezaste con esta misión no hemos recibido ningún informe tuyo. En la central, me están pidiendo cuentas, y yo como supervisor tuyo me veo en la obligación de pedírtelas a ti. Algo que estas atrasando mucho. ¿No será que ese dichoso angelito te está engatusando?--Pregunto el tipo rudo, aquel que propino un buen puñetazo a Laggio, al principio de todo.
-- La misión era, en concreto, que Laggio no manifestara ninguno de sus poderes ocultos. Llevo dos meses con él y no hemos visto ningún ápice de esto. Creo sinceramente que estoy cumpliendo con el objetivo. Que yo sepa, durante estos siglos nunca hemos podido ver a ningún diablo coqueteando con un ángel. Pero eso, me ha tocado a mi. Es mucho más duro de lo que pensaba.-- contestó a su supervisor.
-- Sarx, has estado muchos años haciendo lo que te ha dado la gana. !Ya era hora de que te activaras!, y pusieras al servicio de la causa tu belleza. Es lo mínimo que podías hacer, ya que al ser la hija del jefe, has vivido de rentas, pero ya llega la hora de la verdad.--
En ese momento, el supervisor desapareció de la casa.
Maggie se quedó muy pensativa. Sarx era su verdadero nombre. Ella empezó a recordar cuando era pequeña, sus orígenes. mitad humana mitad diablesa. Como su padre sucumbió ante los encantos de una humana, y ella era fruto de eso. De como ayudo después a la mutación de los diablos que estuvieron durante mucho tiempo escondidos en el lienzo de Sarinelli. Y empezó a contemplar por el móvil las muchas fotos que en ese tiempo se había hecho con Laggio. No lo podía ocultar. Había sido también seducida por la pasión de Laggio, por su bondad y sencillez y como no, por su increíble físico. Empezó a entender la debilidad que sintió su padre por una humana, aunque luego con el tiempo arrepentido cumplió con creces sus deberes como sombra siniestra.
* * *
El supervisor de Maggie apareció en la oficina central de METRONOX, picó en la puerta del despacho principal y entró. Al otro lado del despacho en una mesa muy grande, estaba el director general, un tal Johan Jirxas.
-- Con su permiso, acabo de estar con Sarx, su hija, y está cumpliendo con su cometido. Dicho angelito de momento no ha manifestado ningún don ni poder, también el hecho de que no sea consciente de lo que es, ayuda. Si conseguimos mantenerlo así una semana más cumpliremos con la misión.
-- Sarx, mi dulce Sarx... Empezaba a dudar de ti, pero quizás era tu curiosidad por los humanos lo que te guiaba. -- Pensó el director con voz audible.
-- Pero no nos podemos confiar...ese Melderhim lo ha hecho posible, siempre. Ya que es muy, muy astuto, y seguro que lo que hay escondido en ese Laggio tarde o temprano se manifestará... contestó el rudo y corpulento supervisor de Maggie.
-- Una semana más, solo hace falta eso, una semana más. Y subyugaremos a muchas personas con nuestras consolas y ordenadores. Conseguiremos muchos esclavos y mano de obra barata, tirada de precio, gratis.... que nos servirán. Por fin podremos subyugar el Libre albedrio del ser humano y reducirlo a cotas bajísimas...- contestó el director con una gran sonrisa en sus labios.
Milani y Constanci estaban desesperados llevaban mucho tiempo buscando el paradero de Laggio y no lo encontraban por ningún lado. La ciudad de los Angeles era muy grande, excesivamente grande y más para dos duendes con unas medidas insignificantes.
Por la cabeza de ellos estaba la idea de volver a su aldea, pero, que no sabían como hacerlo ni donde estaba. Habían muchas preguntas en sus pequeñas cabezas, Estaban cansados de luchar contra los gatos, los ratones y todos los animales que solían frecuentar las grandes ciudades. Se alimentaban de los desperdicios de los restaurantes y solían dormir en los huecos que los transportes subterráneos solían propiciar. Su objetivo era encontrar a Laggio, pero estaban perdiendo la esperanza. Se encontraban en un mundo que no era el suyo, y ya llegaban a pensar que nunca lo encontrarían.