Ser o no ser...
Efesios
6:12Reina-Valera 1960 (RVR1960)
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas
de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
La aclamada
globalización ha demostrado como cualquier sistema de cualquier índole, tener
sus desventajas y roturas. Todo mucho más localizable pero mucho más mezclado,
donde excluimos conceptos para incluir otros. Hay como una especie de tormenta
de ideas globalizada que también afecta a la iglesia porque estamos en el
mundo. Donde se exportan e importan ideas de iglecrecimiento y de liturgia, no
teniendo en cuenta el contexto donde se va aplicar sino el resultado en su
medio donde se han practicado.
Y el mundo espiritual también
pasa por ahí en medio de esta miscelánea de ideas .Ya que dentro de estos
sistemas también actúan las fuerzas sobrenaturales y espirituales.Con nuestra mentalidad occidental hemos descartado el punto de vista oriental reflexivo y meditativo en base a nuestro aclamado éxito consumista, pragmático y capitalista y todos sus derivados.
Hay en juego un mundo trascendental, espiritual que la biblia describe pero dependerá de la mentalidad que vivamos. Por ejemplo una mentalidad pragmática como la nuestra no dará paso a ser sensibles a esta guerra espiritual existente. Porque si observamos el mundo, algo nos dice que no va nada bien. Los derechos humanos brillan por su ausencia, y todas las atrocidades que están ocurriendo se observan como una noticia más de tantas que hay no siendo conscientes de que estamos en una Guerra Espiritual.
Quizás es que estamos perdiendo nuestra sensibilidad espiritual porque nuestra intoxicación con los valores del mundo es tan grande que ya nos la cuelan por todos los lados.
Como escuché hace poco en un congreso CETBCN :
“Dos horas de culto no pueden
competir con 6 días de intoxicación”
Nuestro recursos occidentales están pululando y ayudando a nuestras iglesias, empoderamiento,
Liderazgo eficaz, coaching, etc.., y unos medidores del éxito un tanto
sospechosos nos catapultan a una liturgia profesional y pragmática tan bestia
que ya no hay tiempo para las cuestiones “espirituales”. Volviéndonos
consumidores de un producto-culto que justifica las acciones del liderazgo pero
que pierde la perspectiva de ser discípulos día a día.
Hasta que algún escritor avispado saque algún best sellers cristiano que
nos diga que no, que ahora es todo lo contrario que hay que ser
hiper-reflexivos y espirituales y
nosotros con nuestra “ ovejitis” ahí
detrás y vuelta a empezar…. Aunque recordemos que no se es más santo por leer
un libro de santidad ni más evangelista por leer uno de evangelismo.Cuando hay un anhelo y un llamado uno es lo que Dios ha determinado en nuestros corazones.
Sinceramente quizás deberíamos de redescubrir ese famoso pasaje de Zacarías que nos dice
“no con espada ni con ejército más
con mi espíritu dice Dios.”
Yo siempre comentó que si juan el Bautista tuviese que venir de nuevo a esta tierra ¿Qué seria rapero o líder de iglesia? ¿Se movería más en un rollo underground o funcionaria dentro de nuestro sistema eclesial?
Piensa la respuesta y piensa en lo que se ha reflexionado con eso me conformo.
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